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Seguramente al leer al sobre Yucatán, los mayas o la Riviera Maya la palabra Mayab ha aparecido o ha sido mencionada. Esta palabra forma parte de la cultura de la península, a tal grado que negocios y establecimientos la usan. Mayab proviene de la palabra Ma’ya’ab que en lengua maya significa “pocos, no muchos” (ma, que significa negación, ya’ab, muchos). Esta palabra no es mas ni menos que el nombre original de Yucatán, antes de la conquista.
Al hablar del Mayab estamos hablando la historia antigua de Yucatán, no la historia de la cultura maya en general. La diferencia entre ambas historias es que la cultura Maya fue la que emigro a Yucatán, no surgió en esta. Los mayas llegaron a la península desde las tribus del Peten (Guatemala) y de los mayas chontales (Tabasco).
El Mayab según el mito
Cuenta una leyenda Maya que Itzama decidió crear una tierra que fuera muy hermosa, a tal grado que todo el que la conociera quisiera vivir en ella. Así creo el Mayab, la tierra de los elegidos, la adorno de las mas bellas flores. Creo los cenotes que reflejaban la luz del sol en sus aguas cristalinas, así como cavernas que guardaban misterios.
Itzama le entrego la tierra a los mayas, para recordar ese día escogió tres animales para que vivieran por siempre en el. Así quien pensara en ellos recordaría de inmediato esa tierra, estos fueron el faisán, el venado y la serpiente de cascabel. Los animales que escogió Itzama se encargaron de recorrer la tierra creada. El Faisán volaba de árbol en árbol, hasta los mas grandes y su grito era escuchado por todos los habitantes. El venado corría ligero como el viento y la cascabel producía música a su paso.
Un día los Chilam tuvieron una visión del futuro, algo que causo dolor y tristeza. Llamaron a todos los habitantes y les dijeron: “Pronto nos invadirán hombres venidos de muy lejos; traerán armas y pelearán contra nosotros para quitarnos nuestra tierra. Tal vez no podamos defender El Mayab y lo perderemos.”
Los tres animales que Itzama eligió también escucharon y tomaron cada uno una decisión. El Faisán huyo de inmediato, se escondió entre las yerbas, dejo de volar para que no lo encontraran. El Venado sintió tanta tristeza a tal grado que lloro tanto que sus lagrimas formaron las aguadas de la península. Desde ese día sus ojos son tan húmedos que se ve como si estuviera siempre triste. La cascabel sintió enojo, dejo de crear música, decidió luchar contra los enemigos. Así creo un nuevo sonido al mover su cola, avisando el momento en el cual va atacar.
La profecia
La profecía de los Chilam se cumplió, no sin antes avisar que los animales que eligió Itzama cumplirían una misión sobre su tierra. Cuenta la leyenda que la profecía dice así:
“Mientras las ceibas sigan en pie y las cavernas de El Mayab sigan abiertas, habrá esperanza. Llegará el día en que recobraremos nuestra tierra, entonces los mayas deberán reunirse para combatir. Sabrán que el día ha llegado cuando reciban tres señales. La primera será del faisán, quien volará sobre los árboles más altos y su sombra podrá verse en todo El Mayab. La segunda señal la traerá el venado, pues atravesará esta tierra de un solo salto. La tercera mensajera será la serpiente de cascabel, que producirá música de nuevo y ésta se oirá por todas partes. Con estas tres señales, los animales avisarán a los mayas que es tiempo de recuperar su tierra”